Cat: Puput
Eusk: Argi-oilar
Gal: Bubela
Ing: Hoopoe
La Abubilla (Upupa epops) es el único representante de la familia Upupidae, en la península.
La abubilla es una especie migradora, que durante el invierno permanece en África regresando a la Península Ibérica en primavera, aunque pueden observarse algunos individuos invernantes sobre todo en las zonas más cálidas.
Habita en regiones secas, encontrándose en bosques claros, zonas de frutales, viñedos, campos cultivados con arboledas, incluso en jardines y parques urbanos.
Su plumaje puede variar desde un pardo rosado a un canela oscuro o rojizo, con las alas y la cola listadas de blanco y negro. Está dotado en la cabeza de un penacho de plumas eréctiles como un abanico, pero casi siempre lo mantiene cerrado. Miden de 25 a 29 cm de largo, con 44 a 48 cm de envergadura de alas. Son inconfundibles, especialmente por el vuelo ondulante y con cambios repentinos de dirección. En tierra se desplaza caminando.
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| Abubilla . Upupa epops. Buscando alimento |
Se alimentan introduciendo su largo pico en tierra blanda o en excrementos de animales en busca de insectos y sus larvas, come grillos , escarabajos, larvas de coleópteros, saltamontes, lombrices, caracoles , arañas, etc. Es un depredador natural de la procesionaria del pino.
Las presas son picoteadas y en ocasiones lanzadas al aire para luego caer dentro de la boca de la abubilla con gran habilidad y precisión.
En primavera tanto de día como de noche podremos oír su repetitivo reclamo"up-up-up".
De este peculiar sonido le viene el nombre científico de la abubilla. Su reclamo puede ser escuchado a largas distancias. Emite también otros sonidos tipo graznidos como señales de alerta o llamada.
Suele anidar en huecos de árboles viejos, cavidades de edificios, grietas entre las rocas y montones de piedras. Tienen un olor peculiar y desagradable, lo que sirve de protección contra depredadores. Las hembras que anidan, cuando son asustadas por un intruso son capaces de dispararle a chorros un líquido oleoso pestilente que produce en una glándula situada en la base de la cola.
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| Macho y hembra acuden al nido con alimento para los insaciables pollos |
En la ceba de las crías paricipan tanto el macho como la hembra. Suelen cambiar de nido cada año, este suele ser un simple agujero el cual no acomodan demasiado.
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| Rara es la vez que los progenitores llegan al nido sin algo de comida |
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| El acarreo de alimento es continuo, en este caso toca una crisálida. |
Al principio sólo incuba la hembra, siendo alimentada por el macho, de 5 a 10 huevos; hacia finales de la incubación puede colaborar en el trabajo el macho y les ocupa unos 16 a 18 días. Los jóvenes, y también la hembra durante la incubación, desprenden una secreción defensiva pestilente de sus glándulas uropigiales, además los jóvenes se defienden de posibles agresiones con una rociada de heces dirigida contra el atacante.
El nido puede ser localizado por el fétido olor que despide.
Los pollos salen del cascarón sin apenas plumón y pasan entre 22 y 24 días en el nido, siendo alimentados con todo tipo de insectos y otros invertebrados. Después de aprender a volar, siguen todavía un corto espacio de tiempo con la familia, hasta que ya no necesitan recibir el alimento de sus padres. Crecen con rapidez y pronto son idénticos a sus padres.
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| Polluelo con la boca abierta reclamando su parte de comida |
Las fotos del nido fuerón realizadas en Monzón , Huesca. En cuanto a la técnica utilizada hay poco que contar. Lo primero como siempre es conocer minimamente el comportamiento de las especies y saber observarlo. Por lo tanto si ves una abubilla en su época de cría que no para de llevar alimento en su pico y volando en una misma dirección ya sabes por donde puede estar el nido.
Una vez en esa zona has de buscar los posibles escondites, agujeros en troncos viejos, paredes, pilas de leña, etc.
Cierto es que el olfato en este caso te puede ayudar a localizarlo debido a su caraterístico mal olor .
En este caso era un viejo almendro. Lo siguiente que hice una vez localizado el nido fue montar el hide una madrugada antes de que saliera el sol . Siempre que se trabaja con nidos se ha de ser cuidadoso e intentar molestar lo menos posible. Lo demás ya es cuestión de madrugar para entrar en el escondite antes de que salga el sol y tener paciencia , esperar a que se vayan acostumbrando al hide, ruido de la cámara etc. En este caso no fue muy complicado porque no utilice iluminación
artificial , ni barreras IR, simplemente la luz natural.
Equipo utilizado: Canon EOS 7D + Canon EF 100-400+ trípode y hide
©endika ussia photography